Educar supone poner esfuerzos en ejercicios, actividades,  propuestas que lleven cotidianamente a vivir valores como paz, justicia, solidaridad, verdad, honestidad y otros tantos…

Aprender… es algo que debe ser continuo en la vida. Por lo tanto es necesario aprender a superar los conflictos para poder vivir valores en relación consigo mismo, con los otros y con la trascendencia.

Aprender a vivir desde los valores, inculcándoselos a los alumnos,  es brindarles herramientas para la vida,  implica un replanteo desde lo ético como necesidad urgente y significativa de estos tiempos.

El proyecto se lleva a cabo mediante un cuento semanal que versa sobre un valor. Luego del cuento se hace un pequeño comentario del mismo, tratando de rescatar el valor a ser trabajado, el que debiera ser llevado por los alumnos a sus casas y comentado en familia.

Se destinó un pizarrón  en el hall de la escuela, donde se escribe el valor en grande, se pega el cuento, para que los chicos hagan una nueva lectura si así lo quisieran y también se colocan reflexiones en torno a lo trabajado y alguna actividad para ser completada.

La idea es que durante la semana se trabaje el valor desde los distintos espacios curriculares.

El pizarrón, más allá del proyecto destinado a los alumnos, quiere ser una reflexión para todo el que pase por la institución, ya sean padres, profesores, miembros de la fundación o para quien visite la escuela pueda llevarse algo para meditar y reflexionar.